El conjunto parisino derrotó 3-1 al Lille en un partido en el que dominó de principio a fin. El francés, convaleciente del tobillo, no jugó ni un solo minuto.
La superioridad titánica del PSG en la Ligue 1 se puso todavía más de manifiesto este sábado. Sin Kylian Mbappé, reservado por Luis Enrique antes del compromiso inminente contra la Real Sociedad, los parisinos se impusieron 3-1 al Lille, que comenzó ganando con un tempranero gol de Yazici, pero fue la única señal de vida que dio el conjunto norteño en la capital francesa. Gonçalo Ramos, Alexsandro en propia puerta y Kolo Muani decantaron la balanza en favor del líder de la Ligue 1, que hasta sin Mbappé mantiene una distancia sideral respecto al resto de equipos del fútbol francés.
Al PSG eso sí, le cuesta arrancar los partidos, como si el del miércoles ante la Real estuviera ya en las mentes de los jugadores. Las rotaciones de Luis Enrique, que sentó a Mbappé, tocado, Donnarumma (jugó Keylor) y el joven Zaïre-Emery, surtieron efecto, pero hubo que esperar a un tempranero gol del Lille para despertarse de la siesta. Yazici, aprovechando una indecisión de la zaga parisina, batía a Keylor Navas y daba la sorpresa.
Pero la alegría fue más que efímera para los de Fonseca. Si algo no tenía que hacer el Lille en el Parque de los Príncipes era regalar balones cerca de su área. Alexsandro no entendió la premisa. El joven defensa, de 24 años, perdió un balón comprometido que robó Dembélé y el contragolpe lo materializó Gonçalo Ramos, necesitado de goles. El brasileño no tuvo tiempo ni de redimirse, ya que un centro-chut de Fabián, justo después del empate, acabó tocando su bota derecha y a continuación se metió en su propia portería. En un abrir y cerrar de ojos, el PSG había remontado.
Los de Luis Enrique volvieron a la carga nada más salir de vestuarios, con un inspirado Asensio, al que le faltó puntería en un buen contragolpe que podía haber culminado un gran encuentro del balear. El Lille defendía con la mirada, timorato, como si el partido no fuese con ellos. De hecho, los Dogos siguieron vivos gracias a su portero, Chevallier, de 20 años, que realizó dos paradas milagrosas a sendos remates de Mukiele y Kolo Muani.
